¿ Sabías que el chocolate originalmente era una bebida?
En Occidente, cuando pensamos en chocolate, la primera imagen que nos viene a la mente es una barra de chocolate, es decir, en su estado sólido y dulce. Sin embargo, durante nueve décimas partes de su larga historia, ¡el chocolate se bebía, no se comía! Para darles otra idea, solo una quinta parte de la existencia del chocolate ocurrió después de la caída de la capital azteca, Tenochtitlán, ante los españoles en 1521.
De hecho, fue la primera bebida exótica que llegó a Europa, más precisamente a la corte de España, donde Carlos V le dio una recepción más bien mixta.
Se sospecha que el primer uso de la mazorca de cacao no fue una bebida de chocolate elaborada con los granos amargos que contiene, sino una bebida alcohólica, una especie de cerveza, elaborada con la pulpa blanca o mucílago que envuelve los granos. De hecho, este mucílago tiene un sabor muy interesante y los animales no se equivocan, ya que es para consumirlo que rompen las mazorcas. Esta pulpa es afrutada, dulce y ligeramente ácida y, al igual que los granos, posee una amplia variedad de aromas según la variedad de cacao.
Mediante la química y la lingüística, estudios arqueológicos han datado con éxito el uso del fruto del cacao en aproximadamente 4000 años. Se ha encontrado teobromina (un alcaloide presente únicamente en el cacao, de ahí el nombre científico del árbol del cacao, Theobroma Cacao) en vasijas de cerámica. La civilización olmeca (mucho antes de los aztecas y los mayas) tenía un glifo asociado con la palabra cacao: kakaw.
¿Cómo bebían el cacao?
Los mayas y los aztecas molían los granos para hacer una pasta que añadían al agua para elaborar la bebida de chocolate (cacahuatl). Pero creer que el chocolate preparado por las civilizaciones mesoamericanas antes de la conquista española era una simple bebida de chocolate sería un malentendido ligado a la fantasía que tenemos en torno a esta bebida. El chocolate consistía en una vasta y compleja paleta de bebidas, gachas, polvos y papillas a las que se añadía una amplia gama de saborizantes, siendo el más conocido el chile en polvo (chilcacahuatl). Dada la gran variedad de chiles, la paleta podía abarcar desde chiles más suaves hasta bebidas muy picantes. La harina de maíz también podía estar presente en sus recetas de chocolate, chocolate con sabor a flores, vainilla, pimienta negra... ¡y sobre todo su chocolate no era dulce!
En este sentido, podríamos considerar que nuestra actual devoción por consumir el chocolate más puro posible se debería únicamente a una falta de imaginación, ¡al menos desde el punto de vista de nuestros antepasados!
Las representaciones muestran cómo al preparar chocolate, las mujeres vertían la bebida de un recipiente a otro desde cierta altura para crear espuma, lo cual era muy apreciado. El término "yom cacao" significa espuma de cacao.
¿Y qué pasa con la historia más reciente?
Tras la toma de Tenochtitlán por los españoles en 1521, la bebida de chocolate se criollizó y adaptó al gusto de los conquistadores. ¡Y fue entonces cuando apareció el azúcar! El chocolate se endulzó para adaptarse al gusto europeo, se transformó, se le cambió el nombre, se modificó su sabor, y fue después de sufrir todos estos cambios que regresó a la corte española.
A su llegada a Europa, el chocolate fue considerado una medicina y tuvo que adaptarse a las exigencias del ayuno de los países católicos.
El chocolate siguió siendo una bebida cuyas recetas se adaptaron a los gustos de diferentes países y épocas europeas hasta que los hermanos Fry, en el Reino Unido, crearon la primera tableta de chocolate en 1847. Este nuevo producto, una mezcla de cacao en polvo, manteca de cacao y azúcar, moldeado en tabletas, se presentó en 1849 en una exposición en Birmingham bajo el nombre de «Chocolate Delicious to Eat».
En Chocolating® queremos rescatar los orígenes del consumo del cacao y darle un lugar de honor en nuestros hábitos y por ello diseñamos Chocolating® como el “Delicioso Chocolate Bebible”.